Aunque no es candidato en estas elecciones, el diputado provincial Leo Moreno decidió involucrarse de lleno en la recta final de la campaña. Con un estilo cercano y austero, recorrió las calles de Escobar y las distintas localidades del distrito, muchas veces a pie o en colectivo, charlando con vecinos y comerciantes.
Mientras otros dirigentes se rodean de asesores o grupos de militantes, Moreno eligió un perfil más directo. “El dirigente en zapatillas”, como algunos lo definen en Ingeniero Maschwitz, buscó fortalecer la presencia territorial de su espacio político con caminatas, encuentros barriales y reuniones espontáneas. Vecino del casco de Maschwitz, son muchos los que lo cruzan a diario haciendo compras o compartiendo momentos cotidianos, con una vida de barrio que refuerza su imagen de cercanía y sencillez.
En los últimos días, el legislador compartió en redes sociales mensajes que reflejan su postura frente al escenario electoral. “Tenemos la oportunidad histórica de frenar a este gobierno de narcos y corruptos. Vayamos a votar con la fuerza de la Patria para tener diputados que representen al pueblo”, escribió en una de sus publicaciones.
En otro posteo, llamó a la participación activa de la ciudadanía: “Este 26 de octubre dejemos nuestra huella para frenar a Milei y reconstruir un país para todas y todos”. Y reforzó su mirada crítica sobre el rumbo nacional: “Este domingo elegimos entre seguir retrocediendo con el modelo de ajuste, pobreza y endeudamiento de Milei, o si salimos adelante con la fuerza de la Patria. Defendamos la democracia votando con compromiso, organización y esperanza”.
Moreno mantiene una estrecha relación con el intendente Ariel Sujarchuk, con quien comparte una visión política y territorial basada en la cercanía con la comunidad. Ambos forman parte del Frente Patria, espacio que busca consolidar una alternativa de unidad dentro del peronismo bonaerense, combinando gestión, militancia y renovación generacional.
Con un discurso encendido y una impronta que combina militancia de base y cercanía, Leo Moreno se consolidó como uno de los referentes más activos del oficialismo en el distrito, apostando a recuperar el contacto cara a cara con los vecinos. Las reuniones que impulsa se caracterizan por convocar a personas no organizadas, militantes e incluso no afines, bajo la idea de que es allí donde se necesita más y mejor interlocución. En esos encuentros dialoga con vecinos de los barrios periféricos, así como con vecinos históricos, comerciantes, empresarios, estudiantes, jóvenes, inmigrantes, sectores de la educación y dirigentes de diversos espacios. Su forma de hacer política —sin intermediarios, sin estridencias— lo convirtió en una figura distinta en una campaña dominada por los extremos.
